Un momento de tranquilidad...
Al borde de un precipicio se escucha un silencio débil. Un silencio en el aire que respiro, que sale y entra. Cae y sube como una hoja en el otoño mecida por el viento. Un segundo silencio se escucha en la roca que forma el suelo. Hay que esperar un poco hasta escucharlo. Está en los temblores del suelo. Está en la hierba que se mueve con elegancia describiendo oscilaciones. Está en la serpiente que aguarda debajo de una roca para atrapar a su presa. Está en el susurro que hace mi mano al desplazarse por el suelo rocoso. Y por último, está el tercer silencio, el mayor de todos pues abarca a los otros dos silencios. Un silencio inquietante. Este silencio está en la profundidad de mi ser. En mi yo más íntimo. Pero también está en el viento que habla a lo lejos. Si te concentras puedes escucharlo. Será entonces cuando aprendas a escucharte a ti mismo.
Carlos T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario